top of page

 

Sueño o realidad

 

 

 

 

 

 

Rubén Garrote | 15 abril 2014

 

El valencianismo vivía, hace un par de semanas, soñando con jugar en Europa la temporada que viene. Pero, aunque soñar es gratis, de sueños no se puede vivir. La afición del Valencia creíamos que, gracias al efecto Pizzi, se le daría la vuelta a la situación de miseria en la que Djukic había dejado al equipo antes de las vacaciones de invierno.

 

El clímax ché quedó patente en la importante victoria frente al Villarreal en el derbi de la Comunidad Valenciana. En esos momentos, la confianza y la fe en el equipo era plena y Europa casi se podía tocar con las yemas de los dedos. Pero como decía Aristóteles ‘‘la única verdad es la realidad’’ y la pura realidad es que la actual plantilla del Valencia, tras la criba realizada por Rufete, tiene muchas lagunas y a priori no tiene la calidad necesaria para lograr cosas grandes.

 

A los seguidores de este histórico club se nos van las ganas y la ilusión cuando perdemos contra equipos de abajo como el Almería o el Getafe, un conjunto que estaba con más de pie y medio en el cementerio de Segunda División antes de enfrentarse al Valencia.

 

Ahora, con las posiciones europeas de la liga prácticamente imposibles de alcanzar toca jugársela al 100% en las eliminatorias de la Europa League y conquistar el título. Lo malo es que esto supone otro sueño para la afición, otro momento en el que debemos poner toda nuestra confianza en juego. Los propios seguidores del Valencia son los que tienen que decidir entre soñar de nuevo con que su club puede hacer algo grande o rendirse ante la evidencia para evitar llevarse desilusiones. A pesar de la realidad de la plantilla que tenemos, tanto para mí como para el verdadero valencianista soñar siempre será lo primero ya que ser del Valencia es un sentimiento, amunt sempre.

bottom of page